ALUMNO: QUISPE RUIZ CARLOS
CONTEXTO: CIUDAD DE LIMA ACTUAL
La narración inicia con el accidente de un señor de
aproximadamente de 70 años a causa de un conductor ebrio que evidentemente ante
las consecuencias que podría tener por lo que causó, escapó a velocidad del
lugar. Aparecieron en la escena del accidente entre varias personas llenas de
curiosidad, un policía que afortunadamente en vez de preguntar y murmurar para
saber lo que ha pasado como todos los que estaban allí, llamó rápidamente a la
ambulancia de la clínica más cercana, aquella que no cobre antes de ofrecer sus
servicios y en pocos minutos se llegó a escuchar la sirena típica para llevar a
la víctima del atropello, sacaron la camilla, el policía ayudó a levantar el
cuerpo pero faltaba una persona para sostener la parte posterior por lo que uno
de los que curioseaban se ofreció para apoyar; la gente seguía observando todo esto hasta que un ladrón tomo
la bolsa de un espectador y todos corrieron tras él cual reporteros sin cámaras
ni micrófonos pero con el interés de saber qué es lo que ha pasado y poder
contarle a alguien lo que sucedió sin remuneración alguna pero con la
satisfacción de brindar una buena historia a sus amigos o familiares.
Estando dentro de la ambulancia y habiendo emprendido marcha, el chofer prendió la pequeña radio para hacer el viaje menos estresante por el tráfico que había en la avenida principal, la emisora primera hablaba sobre una cierta pelea entre una señora (muy conocida mas no por sus aportes a su ciudad sino por los escándalos que se exponía desde años) y su esposo (que acusaba a su mujer de haberle sido infiel y poner ante la opinión publica la vida de su menor hijo), pero el chofer de la ambulancia quería escuchar algo de música así que cambio la señal a una que transmitía un tema de un cantante caribeño cuyas letras parecían promover el abuso hacía las mujeres pero era movida y alegre siendo estos últimos motivos para dejarlo ahí. Fue así que llegó el accidentado al hospital necesitado de urgentes operaciones, pero primero el accidentado tenía que dejar sus datos pero para esto ya estaba su nieto en camino y luego era necesidad llevarlo al sótano donde quedaba el área de emergencia, en el mismo ascensor en donde bajaba el señor, también se encontraba la camilla de una señora que según lo que podía llegar a hablar, parecía que había sido envenenada por su joven hija que llegó a fallecer luego de lanzarse del octavo piso del edificio donde vivía pensando que había consumado el acto homicida con su madre.
Pasado un poco de tiempo llegó el nieto al nosocomio,
luego se acercó a recepción para brindar los datos del abuelo,
responsabilizarse por los pagos y saber en dónde se encontraba.
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Sótano, el cuarto
tiene el numero 36 pero no va a poder entrar hasta mañana por la condiciones en
las que se encuentra y por la cirugía de emergencia que se le ha realizado.
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Entendido, trataré de
venir mañana temprano.
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